domingo, 15 de marzo de 2009

Marabino y "marasefue".

Contar lo que hice en Maracaibo es un reto, en verdad. Decir que todo lo que pasaba por el frente se convertía en excusa para el arte quizás sea la mejor manera de resumirlo.

Ante todo, quiero agradecer a todos los panas que me permitieron formar parte de sus colectivos, con las cuales llevamos las diversas propuestas que se manifestaron en las calles de la ciudad más importante del occidente de nuestro país. Me siento orgulloso de haber trabajado con el colectivo Silenciadores y con La Evidencia de lo Inusual. Les contaré un poco sobre algunos de los proyectos, a manera de abreboca, con la posibilidad de ampliar la información en futuras entradas del Nido. Empecemos con el proyecto Objetos del Hogar, presentado en la Velada de Santa Lucía por La Evidencia de lo Inusual:

Objetos del Hogar:

Este proyecto superó mis espectativas. Así de simple. La integración del señor Enrique a la actividad, su entusiasmo e iniciativa fueron la causa principal del éxito de esta actividad. Encontramos el hogar del "Profe" como un recinto lleno de cierta cualidad mística que residía en los objetos, cuyo sometimiento al uso y a condiciones específicas del entorno les dotaron de personalidad e historia. Creo que lo más importante de éste proyecto radica en la relación íntima que se estableció entre el sitio específico y la relación artísta, dotando así a la cotidianidad del hogar con el aura mítica que rodea al arte, pero al mismo tiempo, alejándo este concepto del aislamiento del "recinto sagrado" que el lugar común ha hecho del taller del artista. Si quieren algo más de información, visiten el blog de La Evidencia de lo Inusual o soliciten información al correo laevidenciadeloinusual@gmail.com






Fotografías: (De arriba a abajo) HRoja, Carlos German Rojas, Érika Ordosgoitti.

El Chinchorro del Pueblo:

Cuando nuestro amigo "podri", Abhner Leal, se acercó al colectivo Silenciadores (con el que he estado trabajando esporádicamente), a contarnos de la idea de trabajar en la Velada de Santa Lucía con una hamaca, no resistimos unirnos la iniciativa. Ese día, nos reunimos y entre todos armamos un concepto que tuviera que ver con el espíritu de la Velada, además de decidir usar el término "chinchorro", que nos parecía más cercano al venezolano, que el otro, "hamaca", de uso más generalizado. Para los que no saben, "el Chinchorro del pueblo" consistió en recolectar ropa de los habitantes del vecindario para construir un chichorro a gran escala. Esto resultó en la integración de los vecinos del barrio a la construcción de la obra: un aporte individual para una creación colectiva. Les dejo a ustedes especular con respecto al discurso del objeto. ¡Vean las fotografías!






Fotografías: Carlos German Rojas.

Mural "Silenciador":

Hablar de esto es mucho más sencillo: Hicimos un mural en casa del señor Antonio, un señor súper pana que ya le había cedido a Abhner su máquina de coser para la realización de la hamaca. Cabe acotar que es primera vez que realizo un mural con los Silenciadores en plena calle (quizás algunas prácticas anteriormente, pero nada serio), y espero que no sea la última. Aquí los registros:

Fotografías: Carlos German Rojas.

Definitivamente, mi primera visita a Maracaibo fue algo inigualable. Un hito en mi carrera. Así lo veo. Tengo altas espectativas para la próxima Velada. Hasta pronto.



"Ladrón de Interiores". Fotografía de Carlos German Rojas

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